Por Diego Rojas
Pinchar aquà para ver el video de la conferencia de prensa de los trabajadores ferroviarios
Una semana después de que ocurriera la masacre de Once, en la que perdieran la vida 51 personas y setecientas más sufrieran heridas de gravedad al producirse un choque de una formación en la cabecera de Plaza Miserere, los trabajadores ferroviarios enrolados en la Unión Ferroviaria (y a contrapelo de su dirección burocratizada) comenzaron a plantear una salida a la grave crisis del ferrocarril.
La lÃnea Sarmiento -la misma que atraviesa las localidades del oeste donde vivÃan las vÃctimas fatales y donde vivirán los heridos y mutilados- fue el escenario donde se realizó gran asamblea de 800 trabajadores de TBA, intervenida por el gobierno por quince dÃas. Por su concurrencia, fue una de las más grandes de los últimos tiempos. La deliberación obrera tuvo lugar en la seccional Haedo. Edgardo Reinoso dijo a plazademayo.com: “Resolvimos convocar a una movilización para el viernes a las 17 horas y llamamos a todas las organizaciones a concurrir. A la CGT, a la CTA, a organizaciones sociales y partidos polÃticos. En especial, llamamos a los familiares de las vÃctimas de la masacre de Once para que nos acompañemos juntos en el pedido de castigo a los verdaderos responsables de la masacre. Hemos votado una salida a esta situación del ferrocarril: que se vaya TBA, que se reestaticen todos los trenes en una sola empresa bajo control de los trabajadores y los usuarios. Esa es la única posibilidad de solución al estado desastroso del ferrocarril hoyâ€. Reinoso es directivo de la seccional junto a Rubén “El Pollo†Sobrero. La lista Bordó, que ellos integran, denunció junto a todo el activismo clasista la situación de degradación y falta de mantenimiento de las formaciones ferroviarias. Nadie los escuchó.
También hubo asambleas en otras lÃneas dirigidas sindicalmente por el oficialismo (cuyos lÃderes máximos, José Pedraza y Juan Carlos “El Gallego†Fernández, están presos por ser los presuntos autores intelectuales del asesinato de Mariano Ferreyra). En la lÃnea Mitre, también administrada por TBA intervenida, hubo deliberación. “Me enteré de la asamblea a las cuatro de la mañana cuando entré a trabajar -dice el guarda Rodolfo Kents, miembro de la lista Bordó-. La asamblea se difundió de boca en boca y a las diez de la mañana éramos trescientos trabajadores del turno mañana en la seccional Victoria. Los trenes corrÃan con supervisoresâ€.
Mario RodrÃguez, de la directiva nacional de la Unión Ferroviaria, se hizo presente en el lugar. “HabÃa dos puntos en el temario: las paritarias y la intervención -relata Nelson Bas, técnico mecánico y miembro de la Agrupación Causa Ferroviaria-. No dijeron nada de cómo iban las paritarias, sólo informaron que continuaban. Luego comenzó el segundo punto del temario. RodrÃguez informó que habrÃa intervención por 15 dÃas y que no corrÃan peligro los puestos de trabajoâ€.
Los trabajadores pidieron la palabra. Algunos, según relatan los testigos, tuvieron intervenciones catárticas: “No quiero ser cómplice de un asesinato. TBA asesinó a 51 personasâ€, dijo un ferroviario. “Hace mucho que venimos callando -intervino otro-: este año tuvimos tres electrocutados en los vagonesâ€. “Se viaja y se trabaja a la miseriaâ€, agregó uno más.
“Ante las posiciones de los compañeros, el directivo RodrÃguez dijo que el sindicato venÃa haciendo denuncias y que no querÃan que la salida fuera otro UGOFE, que es una privatización disfrazada de estatización -explica Kents-. Los compañeros seguÃan interviniendo muy calientesâ€.
“Tenemos que hacer intervenir al Estado y sacar a los vaciadoresâ€, reclamó un ferroviario. “Se tiene que reestatizar y lo tenemos que controlar los trabajadoresâ€, dijo otro. En ese momento, RodrÃguez anunció que se reunirÃa con el interventor y que le transmitirÃa que la posición era la de “la reestatización del ferrocarril controlado por los trabajadores, los usuarios y las organizaciones sociales y polÃticas que quieran intervenir en el procesoâ€.
La posición, anómala en un directivo de la lista Verde -nido del cuál surgieron burócratas corrompidos por los negocios estatales y que llevaron adelante crÃmenes contra su propia clase al erigirse en empresarios tercerizadores o al planificar el ataque que culminó con la vida del militantel del PO M. Ferreyra-, fue festejada por los trabajadores. Sin embargo, los activistas de la oposición actuaron rápido para que no quede como una frase demagógica dicha al calor de la rabia obrera.
“Empezamos a pedir que se vote la consigna -continúa relatando Bas-, a la vez que planteamos que no debÃa quedarse en un papel solamente, sino que tenÃamos que llevar adelante una campaña para difundir nuestra salida. Difundirla entre los usuarios, en los otros ferrocarriles, hacia toda la sociedadâ€.
“La justicia no va a hacer nada con el accidente, nosotros tenemos la posibilidad de rajar a los concesionariosâ€, exclamó un trabajador. Y propuso: “Votemos ahoraâ€.
“¡Vamos a votar! ¡Vamos a votarâ€, fue el grito que ganó desde los márgenes hasta el centro de la asamblea y la mesa de dirección sometió la moción a votación. La propuesta de salida a la crisis ferroviaria: “Reestatización del ferrocarril bajo control obrero y de los usuarios y organizaciones sociales en el Mitre, el Sarmiento y demás lÃneas ferroviarias†fue votada por unanimidad. También se levantaron las manos para votar a favor de una “campaña con los usuarios para alentar la movilización del viernesâ€.
Luego de constatarse la votación, hubo aplausos y la sensación de estar tomando un rol en los hechos ganó la conciencia de los trabajadores. Acababan de intervenir con su propia polÃtica en la crisis desatada por la masacre de Once. Por esos muertos y heridos responsabilidad de sus patronales y la desidia gubernamental, muertos y heridos de los que los trabajadores no querÃan sentirse cómplices.
No en todos los lugares fue asÃ. Este cronista se comunicó con la sede de la Unión Ferroviaria, donde le comunicaron desde el área de prensa que “la dirección, hasta que no se sepan las causas de por qué pasó el accidente, no va a emitir ningún tipo de opiniónâ€.
Todo un contraste con la decisión que acababan de tomar las bases ferroviarias en un momento álgido para el paÃs.
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