¡Viva la huelga de los trabajadores y jóvenes en Francia!

La UIT-CI saluda el poderoso movimiento de lucha de millones de trabajadores y jóvenes franceses y obreros inmigrantes residentes en Francia que  se aprestan a la novena protesta nacional contra la reforma provisional en la que se empeña el gobierno derechista de Nicolás Sarkozy, que aumenta la edad de jubilación a 67 años. Además sectores importantes de la clase trabajadora y la juventud están en huelgas indefinidas, como los portuarios de Marsella que cerraron el puerto hace más de un mes, los trabajadores de las refinerías petroleras e industrias químicas, que luchan con la policía por bloquear totalmente los suministros de gasolina.

Cada semana marchan por las calles de todas las ciudades millones de personas, las huelgas y movilizaciones tienen el apoyo del 70% de la población.

Sin embargo el gobierno de Sarkozy utiliza su mayoría parlamentaria para imponer el proyecto en una grosera demostración de que el régimen de democracia burguesa se burla de la voluntad popular.

Los trabajadores, jóvenes y pueblo pobre de Francia saben perfectamente que este ajuste es contra ellos, no solo en edad jubilatoria, sino que afectará a las posibilidades de empleo, y a todas las conquistas como la salud gratuita, denominadas “estado de bienestar”. Y que este ajuste es para beneficiar a los millonarios, a los banqueros, a la gran patronal. Hace sólo dos años el estado francés y todos los gobiernos de la Unión Europea entregaron más de un billón de euros a los banqueros. Ahora los Estados están endeudados y tratan de que el pueblo trabajador pague la cuenta, mientras los banqueros y transnacionales siguen ganando billones.

Hoy se enfrentan dos poderes en Francia, el del gobierno capitalista, de los banqueros y grandes empresarios, de un lado, y el poder de los sindicatos, los trabajadores, los jóvenes, en las calles. El gobierno de Sarkozy no tiene ninguna legitimidad democrática porque gobierna contra la voluntad popular. El poder del pueblo movilizado es el que representa esa voluntad. No hay por qué esperar a las elecciones del 2012, como pretenden el PS y el PC, para anular los ajustes e imponer la voluntad del pueblo trabajador. La huelga general es necesaria para derrotar el ajuste ahora y, si Sarkozy y el Parlamento no ceden, entonces ¡Fuera Sarkozy y el Parlamento! ¡Por un gobierno de los sindicatos, los trabajadores y la juventud movilizada!

Por eso llamamos fraternalmente al Nuevo Partido Anticapitalista, Lutte Ouvriere, y otras organizaciones menores de la llamada“extrema izquierda” que agrupan en conjunto a decenas de miles de activistas de la lucha contra Sarkozy y su plan, a que se unan para impulsar las coordinadores intersindicales y estudiantiles de base, en la perspectiva de la huelga general por tiempo indefinido, para exigírsela a las centrales sindicales, hasta derrotar la reforma jubilatoria y al gobierno de Sarkozy que la defiende a capa y espada.

La incorporación masiva de los estudiantes secundarios y universitarios, y de la juventud de los barrios pobres de inmigrantes, así como las huelgas “reconducibles” (indefinidas) de sectores de trabajadores, muestran la tendencia hacia la huelga general por tiempo indefinido hasta que el gobierno ceda y anule lo que votó. Como lo expresó Olivier Besancenot, el líder del Nuevo Partido Anticapitalista, “la calle puede deshacer lo que el Parlamento hizo”. Pero la actitud de Sarkozy muestra que hace falta medidas aún más fuertes, la huelga general por tiempo indefinido que bloquee toda la economía capitalista. Y las burocracias sindicales de la CGT y demás centrales sindicales (conducciones pertenecientes al PC y el PS), se han negado hasta ahora a convocar a la huelga general por tiempo indefinido. Esta huelga puede ser impuesta por el poderoso movimiento desde la base, que incluso está creando coordinadoras intersindicales y de estudiantes, que están impulsando la lucha en muchas localidades.

Se habla en Francia de las semejanzas con el mayo de 1968, cuando una huelga general masiva fue impuesta desde las bases, con activistas sindicales y estudiantiles yendo a cada fábrica y lugar de trabajo para que lanzaran la huelga y exigiendo e imponiendo a la burocracia sindical que la generalizara. Esta es la gran tarea inmediata, imponer la huelga general hasta derrotar la reforma jubilatoria y el plan de ajuste.

Los trabajadores y jóvenes de Francia son hoy la vanguardia de la lucha contra el ajuste capitalista en toda Europa. El 16 de octubre hubo una movilización de centenares de miles de obreros metalúrgicos en Roma, que marcharon con sus banderas rojas, contra el gobierno de Berlusconi, acompañados de familiares, maestros, estudiantes, en defensa de sus condiciones de trabajo, por salarios que compensen la inflación. Los trabajadores británicos anuncian medidas de lucha, ante el anuncio del gobierno conservador de medio millón de despidos de estatales. En Portugal los sindicatos convocaron a una huelga general. En Grecia las huelgas ya son cotidianas. Es una batalla internacional entre los trabajadores y el capital.

Y no sólo afecta  a la Unión Europea, la crisis capitalista es global y los multimillonarios dueños de transnacionales y bancos tratan de que la paguen los trabajadores, oprimidos y explotados de todo el mundo. Se manifiesta en los planes antiobreros y antipopulares en Latinoamérica, por ejemplo, en el recorte de jubilaciones en Argentina, en la negativa a aumentos salariales que compensen la inflación en Venezuela o Bolivia, en la huelga de los maestros de Honduras.

En Asia, China, Bangla Desh y otros países, gigantescas huelgas impusieron aumentos salariales hace pocos meses, lográndose ese gran triunfo, pero la situación de los trabajadores sigue siendo de gran explotación y miseria.

Por eso, la lucha de los trabajadores y la juventud de Francia tiene una inmensa importancia internacional. Llamamos a todos los sindicatos, organizaciones populares, campesinas y estudiantiles a pronunciarse en solidaridad con la lucha en Francia. Si ellos ganan, todos estaremos más fuertes para derrotar a los capitalistas en cada país y al imperialismo, para imponer una economía al servicio de las mayorías trabajadoras, explotadas y oprimidas.

Unidad Internacional de los Trabajadores (Cuarta Internacional)